
Más que un cliente, un amigo

Por: Laura Villa Méndez.
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El sector panadero en Colombia cuenta con diferentes tipos de empresas y negocios: las industriales, las grandes superficies con sus marcas propias y las panaderías que están constituidas como microempresas; en la mayoría de casos, familiares. En Colombia existen más de 25 mil panaderías y pastelerías, que generan cerca de 400.000 empleos directos. Diariamente millones de personas asisten a la panadería más cercana a sus hogares para adquirir el pan de sus comidas.
Estos negocios están rodeados de grandes historias: familias que se vuelven socias, clientes que se convierten en amigos. Es lo que pensaba mientras veía a entrar al señor Héctor Romero a la panadería “Pan Harold”. Con una gran sonrisa y un fuerte abrazo, saludó al propietario del negocio: Marco Fidel Castañeda. Pareciera que no lo hubiera visto en años, pero había ido el día anterior por el pan del desayuno.
Era domingo y asistía por su desayuno de fin de semana. Tamal, chocolate y un jugo de naranja. Hace 31 años vive en el barrio Visión de Colombia, y fue uno de los primeros fundadores; pues en este sector construyó su casa para vivir con sus diez hijos: 4 mujeres y 6 hombres. Actualmente es viudo, y está pensionado de la empresa Icasa. Tiene una vida tranquila y dos de sus hijos todavía viven con él.
Héctor tiene 78 años. Ni los domingos deja de vestir sus sastres, le gusta verse siempre muy elegante, incluso con sus gafas y algunas canas en el cabello. Ya se le ven algunas arrugas por su cara, pero no parece verse agotado. Con gran confianza sigue al segundo piso donde queda el apartamento de la familia Castañeda, propietaria de la panadería. Saludó con una gran sonrisa a la esposa de Marco y a sus tres hijos. Se sentó en el sofá, se puso cómodo. Se sentía como en casa.
Desde hace 16 años, Héctor compra el pan en la panadería “Pan Harold”, negocio que conoció desde su fundación; momento en el que comenzó a forjar una gran amistada con la familia. “Compro diariamente tres mil pesos de pan de queso, no podría comprar otro pan que no sea el de aquí…” aseguró con voz firme y al tiempo que tomaba un sorbo de café que le había ofrecido María Cristina, la esposa de Marco.
Al haber sido uno de los primeros fundadores del barrio, junto con los dueños de “Pan Harold”, ganó gran reconocimiento en el sector. Tiene una gran relación con sus vecinos y desde que construyó su casa a unas cuadras de donde se encuentra la panadería, compra y recomienda los productos del negocio familiar.
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Visión de Colombia, es un barrio que se encuentra ubicado en la localidad de Kennedy, entre la Av. Boyacá y la Calle 13. Este lugar de la ciudad está catalogado en estrato tres, en donde viven familias propietarias de distintos tipos de locales comerciales, tales como: pizzerías, tiendas de mercado, carnicerías y restaurantes.
Este barrio se considera de tipo popular, en donde las personas recurren a los negocios informales por la falta de grandes almacenes de cadena cercanos. Además, los habitantes del sector se caracterizan por conocerse entre sí, familiarizarse y ayudarse constantemente; esto permite que se generen ideas de progreso entre los mismos, con el objetivo de incrementar las oportunidades de crecimiento del barrio.
Los ponqués y tortas que han acompañado a la familia del señor Romero en cada cumpleaños y fechas especiales, han sido preparados en este lugar. Los hijos de Marco Fidel lo recuerdan desde hace muchos años como un gran cliente y acompañante de la vida de sus padres, pues todos los días asiste a la misma hora para comprar el pan del queso y las mogollas integrales; al igual que cada domingo lo esperan para compartir el desayuno. Es una persona que permanece en soledad y por eso también lo han acogido en su espacio de trabajo y familiar.
El negocio de sus vecinos no es solo el lugar donde compra sus alimentos, se ha convertido en su lugar favorito, dónde se siente cómodo y seguro. Allá asiste gran parte de su tiempo desde el año 2000 para compartir, disfrutar y pasar gratos momentos con sus amigos, a los que considera también como parte de su familia. Compra en este lugar porque asegura que los productos de este lugar son de excelente calidad, y que si viviera en otro barrio, incluso se trasladaría hasta aquí para disfrutarlos.
“Me encanta degustar el café que preparan en este lugar, es apropiado para comenzar mis días, junto con un pancito, por supuesto…” comentó. A su lado Marco soltó una carcajada y le propició unas palmadas en su espalda. Los dos comenzaron a reír, seguramente recordando épocas que habían vivido juntos cuando el barrio Visión de Colombia comenzó a surgir y a imponerse como un sector comercial. Ahora los dos solo viven tranquilamente con sus familias, disfrutando de lo que sus trabajos les han dejado.
Para el señor Romero este lugar es una tradición que no puede separar ya de su vida, tampoco de su familia. Su cotidianidad se presenta en esta panadería y no concibe otro sitio para degustar la variedad de productos que ofrece un negocio como este. Cada mañana, tarde o noche es una excusa para caminar por las calles del sector y terminar en “Pan Harold” a saludar a su amigo, su familia, y por supuesto, comprar el pan de las comidas.
En el sofá lo siguió acompañando Marco con otro café. Luego de la charla, toda la familia se sentó a comer el desayuno acostumbrado de cada domingo y por el que Héctor asistía cada siete días a la panadería; sin ánimo de cambiar el menú o de probar algo nuevo. Mientras disfrutaban de su comida, comentó que ojalá no perdieran la costumbre de realizar estos encuentros; aunque los veía diariamente, hace tiempo no se sentaban todos en la misma mesa.
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Luego del desayuno, bajó las escaleras que lo conducen a la panadería. Saludó a los empleados que se encontraban en ese momento y pidió que le empacaran tres mil de pan de queso y cinco mil de mogollas integrales. Salió del negocio muy contento por la amena mañana que había pasado y aseguró:
“Siempre seguiremos siendo clientes (refiriéndose a él y su familia), por la calidad de sus productos y por la atención de sus propietarios y sus empleados”.
Detrás de todo negocio hay una historia, de sus fundadores, su familia; pero también involucra a aquellos que adquieren estos productos diariamente. El señor Romero conoció desde su fundación este negocio y le ha sido fiel como comprador. Sin embargo, esta relación se convirtió en una fuerte amistad y generó lazos de confianza como vecinos y socios. Recordar que cada persona siempre tiene algo que contar, no está de más. Nos ayuda a reconocer en el otro un poco de cada uno.
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¿Cómo está el pan en Bogotá?
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El mercado del pan en Bogotá ha estado delimitado desde sus inicios por factores como los consumidores, las características de las preferencias de dichos clientes y de la cantidad de empresas, formales e informales que se han creado a partir del negocio de la panadería. La capital Colombiana es la ciudad que cuenta con el mayor número de establecimientos como negocio familiar y micro empresa, con un total de 6974 negocios registrados según un censo brindado por Infomercio y es la que por más de 10 años ha mantenido el crecimiento gracias a su estrategia mercadológica.
En el punto en el que un dueño de una microempresa se da cuenta del inmenso potencial que sus productos tienen frente al mercado, analiza los requerimientos del cliente y ofrece productos especializados y diferenciados de los demás oferentes, es en ese momento en que se convierte en empresario y el negocio del pan en al ciudad empieza a contar con toda una estrategia mercadológica, creando así toda una industria alrededor del pan, que cuenta con sindicatos para los panaderos, industrias de gran magnitud para la producción del pan y asociaciones que analizan y brindan conclusiones del ahora denominado mercado del pan.
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Los consumidores
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El factor que más incide en el mercado del pan en la ciudad y en el resto del país es el consumidor, tanto el entendimiento de las necesidades de los compradores y de las familias como la capacidad de las industrias y empresarios de satisfacer dichas necesidades y hasta preferencias puede hacer la diferencia en el mercado y sus ganancias. Por ejemplo dos empresas de gran industria como lo son Galletas Noel presentan diferencias en cifras de crecimiento debido a la capacidad de satisfacción de las necesidades del público; Galletas Noel decayó de un 69,1% a un 62,4% de participación en el mercado cuando el crecimiento de Bimbo fue casi del 19% todo debido a la diferencia en propuesta de productos al cliente.
Dicho comportamiento se ve también reflejado en las microempresas y empresas de familia que tienen una amplia participación en el mercado con cerca del 70% de incidencia, negocios de punto caliente, como se les llama, que con un buen manejo prosperarán y se mantendrán estables administrativamente pero que no lograrán un estatus de carácter semi industrial si no logran identificar y satisfacer las necesidades de un público más grande y más variado. Ya que dichas micro empresas procesan menos de 30 bultos de trigo por día, mientras que una empresa semi industrial o industrial puede llegar a procesar desde 46 hasta 200 bultos de trigo diariamente, respectivamente.
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Los panaderos
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La caracterización del agente que tiene el contacto más directo con el proceso de producción del pan es vital para entender el mercado del pan, para el panadero la industria en sí y sobretodo los negocios de familia y las microempresas generan cada una entre 4 y 6 empleos directos, con un promedio de 300.000 empleos formales y 800.000 informales en la ciudad, siendo entonces la industria panadera una fuente innegable de empleo en la ciudad. Sin embargo el gremio panadero plantea que hay discusiones acerca de las herramientas que posibilitarían una mayor competitividad y fortalecimiento del mercado, como entrenamiento financiero y de mercadeo a los panaderos.
Ante los planteamientos del sector para empoderar a los panaderos y demás agentes de la industria de la empresa familiar y microempresa se creó en 2007 el Instituto Colombiano de Panadería y Pastelería, enfocado en programas académicos que formarían habilidades administrativas en los integrantes del sector; iniciativa impulsada por la Asociación Nacional de Fabricantes de Pan ( Adepan) debido a su interés en el crecimiento del sector panadero ya que entienden, como analistas y participantes del mercado, que la mayoría de los panaderos son autodidactas o que aprendieron su oficio por tradición familiar, optaron entonces por entregar conocimientos básicos de saneamiento y tributaria además de mercadeo a los panaderos, para hacer del mercado uno más competitivo, diverso y próspero.
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El gremio y la situación regional
Ante el crecimiento que el sector panadero registró, surgió la necesidad de crear grupos y asociaciones que representaran a los diferentes agentes del mercado, como los productores, los distribuidores y las entidades industrializadas del sector, para conocer, analizar, regular y ampliar las capacidades de la comunidad del pan tanto en la ciudad como en el país, que brindaran una visión regional y global de las características que más les preocupaban, como quiénes eran los que producían, distribuían y controlaban el mercado, logrando así una panorámica del estado del sector en cada región para identificar sus fortalezas y debilidades por medio de la identificación de sus agentes y los números que éstos ofrecían.
Otra de las razones destacables de la creación de este tipo de entidades, es la de la necesidad de la formalización para el sector panadero, que trae consigo múltiples beneficios para los integrantes, como convenios con instituciones educativas para la formación técnica y tecnológica como el SENA y alianzas con instituciones financieras que aportarán el crecimiento de los negocios y de sus participantes como el Fondo Nacional del ahorro como es el caso de las alianzas que ha logrado obtener la Asociación Nacional de Industriales de la Panadería y alimentos complementarios (ANIPAN) para sus integrantes, que a su vez se valdrán de éstas herramientas para crecer profesionalmente, con mayor conocimiento y mayor capacidad de desarrollar nuevo contenido para ofrecer al mercado, creando así una mayor competitividad.
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Al generar un crecimiento en el mercado se puede ver un aumento también económicamente hablando, el gremio ve un incremento en sus ingresos, haciendo que dicha competitividad estimulada por los mismo integrantes del mercado genere más dinero y sea cada vez más rentable, logrando convertir al negocio de la panadería en uno apetecido por los inversores, debido a las ganancias que su buen manejo representa.
Podemos decir que el mercado del pan es uno que procura estar siempre innovando, desde que se entendió que comercialmente la diversidad de los productos que se ofrecen es la estrategia más viable; el momento en el que este marcado se encuentra puede ser describido como uno en el que la competitividad y la creación de productos y estrategias claves para su expansión, que ciertamente ha logrado a través de los años, mediante la formalización de los sectores que lo componen y la potenciación del panadero como agente de cambio en la administración de su negocio.
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